Relegadas en muchos casos a meros objetos decorativos para dar ambiente a bares supuestamente de toda la vida las panderetas han salido de las vidas de muchos de nosotros sustituidas por pequeños formatos.
El otro día en una de esas mantequerías que si son de toda la vida no pudimos resistir la tentación y nos hicimos con una de ellas. Al llegar a la redacción no pudimos esperar y la abrimos, el resultado no pudo ser mejor, allí estaban perfectamente colocados los chicharrillos en su baño de escabeche, pero el gusto no sólo se limitó al ámbito visual, la calidad del producto resultó excelente así que uno tras otro los pequeños peces han ido evaporándose como por arte de magia...
Aquí os dejo unas fotitos...